viernes, 27 de octubre de 2017

¿Necesita el Arco Minero que alguien lo defienda?

  • Editorial
Confluencia de los ríos Orinoco y Caroní

Esta página nace con la voluntad de hacer periodismo independiente en un tiempo y en un lugar en que casi todos los temas han sido abordados desde el insulto, la mala intención, la desinformación y el equívoco. La Venezuela empeñada en hacer una Revolución ha sido objeto de ataques propagandísticos y operaciones sicológicas contra todas sus acciones y políticas, incluso las que enaltecen y reivindican al ser humano; era de esperarse que la activación del Motor Minero, en la figura y el concepto del Arco Minero del Orinoco, originara reacciones adversas, algunas legítimas y la mayoría malsanas. Nuestra misión consistirá en indagar en la historia, las motivaciones, las informaciones reales y actuales de cuanto ocurre en los lugares donde está teniendo lugar la explotación minera en el AMO.

Una revisión simple de las matrices creadas en torno al Arco Minero del Orinoco revela que se ha pretendido instalar en el imaginario de los venezolanos, y también en la parcial y limitada visión de los ciudadanos que viven fuera de Venezuela, la idea de que al sur de nuestro país sólo había selva virgen, y que los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro decidieron devastarla e inaugurar en esa selva la minería intensiva. Abordaremos entonces la urgente tarea de hacerle entender al mundo que en una extensa zona del sur han habido explotación, depredación y extracción ilegal de recursos, y que solo la intervención del Estado puede ayudar a organizar y hacer más humana la actividad minera.

Desde varios lugares dentro y fuera de Venezuela, e incluso desde sectores de izquierda que bombardean una realidad que nunca han investigado y ni tan siquiera visitado, se ataca y denigra de la iniciativa llamada genéricamente Arco Minero partiendo de premisas que muchas veces no soportan una confrontación sincera con la realidad. El discurso adverso estándar dicen que las zonas mineras es imposible escapar al crimen y la corrupción, y esto insulta a pueblos y comunidades cuyos habitantes han vivido del trabajo minero durante varias generaciones; pueblos que, como El Callao, pueden enorgullecerse de su sólida tradición cultural y deportiva, y también de su clase trabajadora por excelencia: la gente dedicada a la pequeña minería. Este sector, por cierto, está en proceso de organización y asociación, después de siglos de ser considerada ilegal. En estos momentos avanza la consolidación de su estatus, de común acuerdo con un Gobierno que los respeta.

Por primera vez en la historia un Gobierno ha venido a reconocer a estos pueblos y comunidades en su valor y dignidad, y ese ha sido el mejor punto de partida para comenzar a liberar amplios territorios de las prácticas depredadoras propias del capitalismo. Nuestro grano de arena será aportar una indagación seria y responsable de los procesos que tienen lugar al sur del país, en el Arco Minero. La pregunta hecha en el título queda así respondida: el arco Minero del Orinoco no necesita que lo defiendan; con que se propaguen sus verdades es suficiente, por ahora.

Las audaces propuestas de los mineros organizados a la Constituyente

  • Los obreros que ejercen la pequeña minería son el músculo y sujeto histórico de la actividad minera. Por años han sido objeto de explotación, maltrato, propaganda adversa y persecuciones. Hoy están en proceso de acordar con el Estado un nuevo tipo de relaciones entre los seres humanos, las instituciones y la naturaleza

ArcoNoticias

El Consejo Popular Minero Socialista (CPMS), entidad que agrupa a voceros de 60% de los trabajadores de la pequeña minería del sur del estado Bolívar, le ha propuesto a la Asamblea Nacional Constituyente la inclusión del tema minero en la nueva Constitución. Esta actividad ya está contemplada en la actual Carta Magna, específicamente en el artículo 302 de la CRBV, en estos términos:

El Estado se reserva, mediante la ley orgánica respectiva, y por razones de conveniencia nacional, la actividad petrolera y otras industrias, explotaciones, servicios y bienes de interés público y de carácter estratégico. El Estado promoverá la manufactura nacional de materias primas provenientes de la explotación de los recursos naturales no renovables, con el fin de asimilar, crear e innovar tecnologías, generar empleo y crecimiento económico, y crear riqueza y bienestar para el pueblo”.




Pero más allá de esa petición puramente formal destaca el espíritu renovador y transgresor de sus propuestas, contenidas en un documento entregado a la directiva de la Asamblea Nacional Constituyente. Aquí, extractos de algunas de las más audaces:

  • Declaración de las áreas de uso minero en la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco (ZDENAMO) precisando las áreas de vocación y factibilidad minera y/o demás usos, garantizando continuidad en la asignación de más áreas con dicha vocación.
  • Creación del Plan Rector Minero de la Nación que garantice la continuidad de las políticas mineras con visión holística, que considere elementos como:
    • Censo real de la población minera orientado a generar políticas de control de acceso a las zonas de actividad minera.
    • Caracterización de las potencialidades mineras y no mineras (agrícolas recursos hídricos, reservas forestales, potencialidades culturales, potencialidades turísticas) de los sectores donde se desarrolla esta actividad.
    • Recomendaciones para el adecuado aprovechamiento minero.
    • Generar el diagnóstico de las áreas intervenidas por la actividad minera, elevando recomendaciones y propuestas para la adecuación ambiental de los espacios implicados en la actividad minera.
    • Generar una Agenda Social que considere los elementos fundamentales para el Buen Vivir de los sectores mineros.
    • Creación del Fondo Social Minero como instrumento de seguridad social a los mineros.
  • Impulsar la creación del Centro Nacional de Insumos bajo las siguientes modalidades:
    • El manejo de lubricantes, combustibles y explosivos a través de manera directa con el estado a través de la instancia que considere pertinente para la comercialización.
    • La procura de insumos, maquinarias, equipos, herramientas y bienes de capital a través de empresas privadas nacionales en la zona hasta que el Estado adquiera las capacidades de proveer estos servicios.
  • Elaboración del Reglamento para el Decreto 2.165 (Ley de Oro y demás minerales estratégicos) con la participación activa y protagónica de los mineros a pequeña escala.
  • Propiciar las condiciones para que se realice el Congreso de la Patria Capitulo Pequeña Minería para validar las propuestas surgidas en las Asambleas de Base Patriótica donde participaron los actores mineros y mineras del Estado Bolívar, tomando esta experiencia como referencia para la creación al Plan Rector Minero.
  • Creación de un Viceministerio de la Pequeña Minería, ya que los pequeños mineros son la fuerza de trabajo que ha generado históricamente y de forma ininterrumpida producción y arrime de mineral aurífero, generando aportes al PIB y a las reservas internacionales de Venezuela en el Banco Central de Venezuela (BCV).
  • Participación del Poder Popular en el establecimiento de las Alianzas Estratégicas en las Áreas de Uso Minero que sean decretada como mecanismo de control social.
  • Dar carácter oficial a través de una resolución o decreto que regule material aurífero en movilización dentro del Estado Bolívar considerando los siguientes parámetros: 

    • La movilización hasta de 30 gramos mineros y/o fundidos.
    • La movilización en moneda del equivalente al precio actual del mineral minero y/o fundido.
    • Se propone que esta medida sea transitoria hasta la instrumentación definitiva de los Centros de Acopio Locales.

Será tarea de la ANC la discusión y seguimiento a estas proposiciones, que rebasan el ámbito teórico y encuentran sustrato en dos necesidades básicas del país y de la humanidad: el respeto a la naturaleza y a la diversidad del entorno (“Caracterización de las potencialidades mineras y no mineras (agrícolas recursos hídricos, reservas forestales, potencialidades culturales, potencialidades turísticas) de los sectores donde se desarrolla esta actividad”) y la visión de una clase trabajadora empoderada y dignificada (“Generar una Agenda Social que considere los elementos fundamentales para el Buen Vivir de los sectores mineros / Creación del Fondo Social Minero como instrumento de seguridad social a los mineros”).


Compradores de oro se organizan: “Generaremos dividendos para el pueblo”


ArcoNoticias

La activación del Arco Minero del Orinoco ha estimulado la organización popular y social alrededor de la actividad minera. Ese mismo impulso organizativo ha alcanzado a los compradores de oro, un sector que hasta ahora había permanecido disperso y sin vocación grupal o gremial.

Manuel Guevara y Daniel Ascanio, comerciantes de El Callao, han tomado la iniciativa: está en proceso de registro la Asociación Civil Asoprominca (Asociación de Producción y Minas de El Callao), que agrupa a los compradores de oro de ese pueblo, enclave estratégico del oro en el estado Bolívar.

Hasta el momento el flujo del oro desde la pequeña minería hacia el Estado ha debido pasar por intermediarios, que le compran el oro a los mineros, lo convierten en barras y luego lo venden a Minervén. Esto, porque el pequeño minero difícilmente puede producir el mínimo de oro exigido para “arrimar” producción a la compañía estatal. En el esquema que propone Asoprominca está planteada la creación de un centro de acopio, gestionado por la Asociación conjuntamente con Minervén, adonde la pequeña y mediana minería pueda acercar sus productos en la cantidad que sea, sin limitaciones. “Esto le garantiza al Estado que el destino del oro producido aquí van a ser las arcas de la nación. Además esa actividad generará unos impuestos que se traducirán en dividendos e inversión para el pueblo. Los compradores de aquí seremos garantes de que la mayor parte de la riqueza producida aquí se quede aquí”.

Entre las peticiones que tienen previsto elevar a las instancias del Estado se encuentra una de carácter operativo: que se les facilite la obtención de dinero en efectivo. Los compradores están obligados a cancelar el oro adquirido a los pequeños mineros en moneda nacional, porque muchos de ellos no tienen cuentas bancarias ni otras formas de cobrar el producto de su trabajo. Para cumplir con esto, los compradores deben movilizarse a veces hasta fuera del municipio en busca de grandes cantidades de dinero, y es engorroso explicar legalmente ante las autoridades el origen y destino de esos recursos.

Guevara asegura que, en una primera instancia, la asociación agrupará a unos 280 miembros, que hoy trabajan “cada uno por su lado” y sin criterios de trabajo en unidad. “Pero estoy seguro de que van a ser más, nadie se va a oponer a una forma de organización que nos obligará a ser responsables y diligentes, y que nos garantizará beneficios y protección”. Los impulsores de la asociación están realizando un censo de compradores, paso necesario para saber el tamaño y cuantía del sector. Andan tramitando también los primeros contactos con las autoridades mineras del Estado para que sus propuestas sean evaluadas.

Dios Proveerá: oro limpio

    Eduardo Gutiérrez (Foto: Darwin Lizardi)
  • Una iniciativa de pequeña minería que le juega limpio al ambiente en "El Perú"

ArcoNoticias

Una de las pequeñas empresas de minería ubicadas en El Callao es esta de nombre misericordioso y omnipotente: “Dios Proveerá, C.A.”. Da trabajo directo en la planta a doce trabajadores y queda ubicada en el sector Panamá de El Perú, específicamente en una de las parcelas cedidas a la pequeña y mediana minería por Minervén a principios de la década del 2000.

Su presidente es Eduardo Gutiérrez, quien se incorporó a la directiva en 2013 y anda moviéndose con todo el músculo de trajinar gestiones y papeles para conseguir la regularización de su estatus. Le faltan unos requisitos ante las autoridades de Ambiente y otros trámites burocráticos para obtener un permiso que le permita comprar insumos (carbón activado, cianuro y soda cáustica).

Algunos detalles del método de trabajo de esta pequeña compañía dan las claves de lo que pudiera ser una minería hecha por el pueblo y para el pueblo, y con apego a normas ambientales mínimas. Varios de los motores y artefactos utilizados en la planta (molinos, bombas, pequeñas plantas de cianuración y carbón activado) ha sido fabricados de manera artesanal, incluso utilizando materiales de desecho, por obreros y tecnólogos populares. El agua empleada en los molinos es drenada hacia una laguna artificial ubicada en las mismas instalaciones de la planta, y de ahí es bombeada nuevamente hacia el área de los molinos para ser reutilizada. Ni una gota del líquido sobrante de la molienda y trituración de material es desechado o vertido en cursos de agua o en la vegetación de los alrededores.

“Dios proveerá” ha establecido contacto con Minervén y figura en sus registros, pues ya han arrimado material bruto a las plantas de la compañía estatal. Hace un mes llevaron una pieza de 120 gramos de oro, pero no se la recibieron porque para ese momento no se había fijado un precio. Es fama que el Estado, representado en este caso por Minervén, está pagando uno de los precios más atractivos a los pequeños mineros. “Además, entregar al Estado oro en barras da más estabilidad y nos deja la conciencia tranquila, pues sabemos que ese oro va a parar a las arcas del país”, reflexiona Gutiérrez.

El grupo de trabajadores sigue procesando material del rico suelo de El Callao, mientras se normaliza la entrega de material a la entidad regente de la minería en Venezuela.


Las aguas liberadas del proceso caen en una laguna y vuelven a reutilizarse

El molino de cocos o molino de bolas, artefacto hecho artesanalmente por obreros de El Callao

"Cero contaminación": no es un anhelo nuevo, pero hay gente trabajando para conseguirlo

Así extrae oro la pequeña minería

Néstor Perlaza

Este texto tiene intención informativa, mas no pedagógica. Se narran aquí detalles muy generales de un proceso que puede llegar a ser extenuante, complejo y devastador. No abundaremos por lo tanto en detalles muy precisos y técnicos.

Para la recuperación de oro, los pequeños mineros pueden practicar la minería de veta o la aluvional. En esta entrega describiremos la minería de veta, que por cierto es la más controversial de las que practican los pequeños mineros (son capítulo aparte los métodos de la gran minería de proporciones industriales).

La minería de veta es un proceso largo que a veces puede comenzar con un actividad artesanal y terminar en un proceso altamente tecnificado. El proceso comienza cuando se arma la cuadrilla. Una cuadrilla mínima puede estar integrada por cuatro hombres y una mujer, todos socios de la producción.

El proceso, muy resumido, es este: los mineros sacan material (piedra y arena) de los barrancos. Ese material es llevado a los molinos, donde es tratado con diversas técnicas para separar el oro de la piedra y la arena. Pero eso que se dice tan fácil está lleno de pasos y condiciones complejas, que iremos describiendo hasta donde podamos convertirlo en un relato entendible.

La cuadrilla, luego de de ubicar el sitio en la mina donde se supone o se ha informado que existe oro, debe montar campamento y comenzar a cavar el hueco, que puede o debe medir un metro o un poco más de diámetro; a ese hueco se le llama “barranco” o “vertical”. Si se tiene las herramientas adecuadas, como un martillo hidráulico con su respectiva planta eléctrica, el trabajo puede ser rápido y no tan agotador, pero si no se tiene esa herramienta los mineros deben excavar con barra, pico y pala, hasta llegar a las vetas. A esto se le llama trabajar a pulmón. Hay vetas que se encuentran a relativamente poca profundidad (10, 12, 18 metros), pero a veces hay que excavar varias docenas de metros (hemos estado en barrancos de 40 y más metros).

Lógicamente, la cuadrilla minera tiene que comer, y allí es cuando aparece la figura del bodeguero, que en alianza con el molinero por lo general le da a crédito de comida a la cuadrilla minera.

Luego de varios días de trabajo, la cuadrilla minera debe haber acumulado de 30 a 50 sacos de material sacado del barranco; entonces entra en acción el toyotero. Normalmente los barrancos están lejos de las áreas de molinos; la cuadrilla debe entonces endeudarse con el toyotero, para el traslado de los sacos hasta el molino. El costo del traslado de esos sacos desde el barranco hasta el molino varía según la distancia y la cantidad de material a transportar.

Ya en el molino, la cuadrilla minera debe comenzar a ripiar el material. Ripiar es reducir el tamaño de las rocas extraídas hasta convertirlas en piedras más pequeñas o en arena. Esto, si en el molino no hay ripiadora. Luego se establece el cobro por moler el material (a veces 50℅ del oro que salga) y finalmente, si sale buen oro, de buen tenor, la cuadrilla minera saldrá “embombada” (con material que cuesta buen dinero). Pero si el material es tenor bajo la cuadrilla minera sale “bataqueada”: endeudada con el bodeguero, el toyotero y el molinero. Y si le alquilaron una planta o un martillo, también tendrá esa deuda. Al eso ocurrir a la cuadrilla, no le queda más que reanudar el trabajo en otro punto de la mina, para con mayor pericia y suerte encontrar el anhelado oro.

Técnicamente., el proceso de pequeña minería de Oro de veta.., puede resumirse en:
a) Extracción del material por parte de la cuadrilla
b) Traslado del material para la molienda
c) Ripeo manual o mecánico, si hay ripiadora en el área de molinos
d) Molienda, en molino H70
e) Amalgamiento del Oro, a través de planchas de cobre amalgamadas con mercurio, cianuro o carbón activado, o recuperación por gravedad, con alfombras y tamices.

Para la eficiencia de este último proceso, por gravedad, para evitar utilizar mercurio se debe poner al mínimo la pendiente donde están colocadas las alfombras (15 a 20 grados de pendiente) y utilizar la eficaz alfombra brasilera llamada pelo e' cochino).

Pero el proceso de recuperación no termina allí.

El proceso de molienda que hizo el molinero se denomina molienda primaria. Del material que llevó la cuadrilla minera al molino se van formando las colas, arenas auríferas. Ya en esa riqueza no tiene nada que ver la cuadrilla minera, ese material pasa a ser del dueño del molino.

La molienda secundaria es la que se hace a las arenas: se pasan por molinos de bola, o molinos de barra, buscando que las arenas queden a una granulometría semejante al talco. Después de eso, el oro se puede recuperar:

1) Por cianuración: el cianuro, tiene la particularidad de disolver los metales. Cuando está disuelto, en un proceso de unas ocho horas, se procede a separar el oro de otros metales que vienen de la naturaleza. El zinc, se utiliza para la separación, luego se condensa y se le aplica fuego (1120°C) para hacer la barra de oro. Minervén tiene dos gigantescas plantas de cianuración en El Callao. En la zona se han construido más de 50 plantas artesanales.

2) Recuperación por Carbón Activado: este es el proceso más limpio y eficiente para recuperar oro en grandes cantidades. Estas plantas pueden recuperar hasta un 95℅ del oro.

jueves, 26 de octubre de 2017

Preguntas (y respuestas) incómodas sobre el Arco Minero del Orinoco


P: ¿Existe la “minería ecológica”?
R:
La minería, lo mismo que la agricultura y la fundación de ciudades, contempla devastación y perturbación de entornos naturales. Pero es posible un ejercicio de la minería con un espíritu de apego al respeto por la naturaleza, por los procesos sociales dignos y constructivos, y por los valores culturales de los pueblos. La actividad minera en esos términos no es una realidad en el mundo capitalista, pero estamos en la obligación de intentarlo según una visión distinta de las relaciones del ser humano con el planeta.

P: ¿Por qué el Gobierno creó un ministerio de minería ecológica?
R:
El ministerio se llama Ministerio del Poder Popular para el Desarrollo Minero Ecológico. Puede sonar igualmente exagerado, ambicioso e incluso fantástico, pero allí no dice por ninguna parte que exista una minería ecológica. Concedámosle al ministerio la legitimidad de su visión a futuro, que es el desarrollo minero con el mínimo posible de afectación a la naturaleza.

P: ¿Esta página va a consistir en el endulzamiento, limpieza propagandística y celebración de todo lo que ocurre en el Arco Minero del Orinoco?
R:
De ninguna manera. Aquí haremos o intentaremos hacer periodismo de investigación. Así que nos tocará mostrar cosas horrendas, pero también divulgar la verdad de un plan de afirmación de nuestra soberanía, la verdad y los valores de un pueblo sencillo y aguerrido como lo es el pueblo minero. Así que no verán aquí solo flores, arcoíris y aplausos, pero tampoco alimentaremos la mentira nauseabunda que quiere hacerle creer al mundo que estamos convirtiendo al río Orinoco en un charco de mercurio lleno de cadáveres.

P: ¿El Arco Minero del Orinoco inaugura la actividad minera intensiva y la explotación del oro en Venezuela?
R: No. La minería se practica en Venezuela desde los primeros años de la llegada de los españoles. Ya algunos pueblos indígenas conocían el oro (se presume que su explotación era artesanal y a pequeña escala) y la primera mina de oro de nuestro territorio se comenzó a explotar comercialmente a mediados del siglo XVI (1550-1556).

P: ¿El proyecto del Arco Minero autoriza y prevé la destrucción de 111 800 km2 de selvas vírgenes para la extracción de oro y otros minerales?
R:
No. El Arco Minero tiene entre sus objetivos el control del Estado sobre áreas que en otras circunstancias iban a ser devastadas sin ningún criterio de preservación de especies, patrimonios naturales o culturales. La exploración y explotación minera tiene posibilidades de darse en menos del cinco por ciento de los 111 800 kilómetros cuadrados que abarca el Arco Minero y, de ese territorio, apenas se intervendría directamente un 30 por ciento. Es decir, para el aprovechamiento de la inmensa riqueza contenida en esos territorios apenas haría falta explotar menos del 1,5 por ciento del territorio conocido como “Arco Minero”.

P: Pero ¿está prevista la destrucción de selvas vírgenes y la apertura de nuevas minas? ¿El Arco Minero del Orinoco representa un nuevo territorio para la voracidad de las empresas transnacionales?
R: El Arco Minero del Orinoco es una convención utilizada para designar un área geográfica que ya estaba siendo sometida a explotación. Pero buena parte de las cuatro áreas en que ha sido dividido ese territorio permanecen y permanecerán sin explotación efectiva.

P: Si la explotación de oro y diamantes es un negocio y así se lo ha planteado el Gobierno, ¿a quién le puede convenir que buena parte del oro y los diamantes presentes en el subsuelo venezolano permanezca bajo suelo? ¿No es más rentable en términos económicos extraer masivamente todos esos minerales y almacenarlos como reserva o cambiarlos por divisa?
R:
La naturaleza establece los parámetros de toda actividad humana. Incluso si fuera posible extraer tan gigantesca cantidad de minerales y piedras preciosas del subsuelo, la inversión en energía, tiempo y recursos haría inviable y absurdo ese objetivo. Existen límites naturales y humanos, y no tiene ningún sentido forzar los ritmos y las cuotas de extracción tan solo para satisfacer metas de acumulación y enriquecimiento con criterios mercantiles.

P: ¿Lesiona nuestra soberanía la contratación de empresas extranjeras para la explotación minera?
R: En las empresas mixtas, Venezuela siempre tendrá al menos el 55 por ciento de las acciones y la mayoría de la junta directiva. Hay casos en que tendrá mucho más que ese 55 por ciento. La República nunca cederá su derecho sobre los recursos mineros ni sobre la actividad minera.

P: ¿En qué medida quedarán afectadas la cultura, tradiciones y hábitat de la comunidades indígenas?
R:
Esa es una de las tareas pendientes y una de las misiones a consolidar: el respeto a las culturas originarias. Todo paso que el Gobiero ha dado para el desarrollo del Arco Minero ha sido consultado con las comunidades indígenas. Uno de los acuerdos con los pueblos originarios es que no se van a afectar ni las zonas prístinas ni las zonas de interés ritual o consideradas sagradas. En lo que va de 2017, el Gobierno ha sostenido 21 asambleas con pueblos indígenas y 51 reuniones con pequeños mineros y mineros artesanales, criollos e indígenas. Todo está en discusión, nada se decidirá a espaldas de esas comunidades.

P: La actividad minera es en buena parte ilegal. ¿Ha establecido contacto el Gobierno con individuos y organizaciones ilegales?
R:
En Venezuela se está redimensionando la relación con seres humanos y grupos hasta hace poco considerados y tratados como delincuentes. Entre esos seres humanos se encuentran los pequeños mineros. En el estado Bolívar viven miles de familias que han vivido desde hace generaciones de la minería a pequeña escala. Más de 60 por ciento de esos pequeños mineros se han organizado y están en conversaciones con el Gobierno Nacional para la regularización de su situación. Marcha con buen pie esa propuesta. De hecho, las primeras cuatro toneladas de oro entregadas al Banco Central desde el arranque del Arco Minero han sido producidos por pequeños mineros. ¿Ilegales? No: informales pero en proceso de regularización de su estatus.

P: ¿Es verdad que en zonas del Arco Minero hay vicios y llagas sociales como la prostitución, las drogas, el contrabando y la delincuencia organizada?
R: Sí. Igual que en Caracas, Maracay, Valencia, Maturín, Maracaibo, Coro, San Juan de Los Morros, Carora, Chichiriviche; París, Roma, Nueva York, Calcuta, Buenos Aires, Constantinopla y prácticamente todo asentamiento humano sobre la tierra.

P: Pero es que los pranes...
R:
Nada, no insista. El capitalismo industrial ha pervertido a todas sus ciudades. En el Arco Minero no ocurre ningún vicio o virtud que sean exclusivos de esa zona. Es mentira que la minería es una actividad más perversa que las demás actividades derivadas del capitalismo industrial, y es mentira que esos desperfectos sociales nacieron hace pocos años. El Gobierno nacional tenía tres opciones ante esta realidad: 1) darle la espalda al fenómeno y dejar que el crimen se siguiera apoderando de pueblos minas, vidas humanas y riquezas; 2) entrar a plomo trancao y perpetrar un genocidio contra pueblos y culturas en nombre de la pulcritud y la decencia; o 3) declarar una zona conocida como Arco Minero del Orinoco y comenzar a poner orden donde hasta ahora todo había sido caos y sometimiento de los trabajadores y sus familias. O se consideraba a la minería como una actividad que había que proscribir o se procedía a su control político y administrativo. Esta última tarea es la que está en marcha.

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